En cada una de mis fotos hay un trocito de mí: de mis emociones, de mi rabia, de mis dudas y de mi alma.
Olvidarme de la técnica casi en todo momento me hace ser libre. Sé que estoy muy lejos de conseguir encuadres perfectos y luces impecables... Pero yo no fotografío cosas o personas. Sólo utilizo los instantes que robo para dar rienda suelta a mi creatividad.
A partir de aquí te hablarán las imágenes... No hay más palabras.